Stellar Moments of Humanity
Así como en la punta de un pararrayos se concentra la electricidad de toda la atmósfera, en esos instantes y en el más corto espacio, se acumula una enorme abundancia de acontecimientos.
Stefan Zweig
Momentos estelares de la humanidad
Hemos tomado prestado el título del libro del autor austríaco Stefan Zweig, traducido literalmente del alemán como Momentos estelares de la humanidad, para reflexionar sobre la Historia, el constructivismo y las obsesiones humanas. Mientras Stefan Zweig declara que «tienen que pasar millones de horas mundiales insignificantes hasta que un momento estelar de la humanidad se muestra», nosotros preferimos buscar momentos estelares en la vida cotidiana, eso sí, recreando las circunstancias necesarias para que pasen, en el sentido de una Historia colectiva y en continua creación.
Desde este acercamiento, hemos creado a los Cuatro Eléctricos: un grupo nada usual de auto-elegidos que se embarcan en la misión de crear un momento estelar en cualquier lugar al que vayan. Para ello, necesitan a Herstory, la Historia personificada en una voz femenina que habla a través de unos auriculares y a un público, como testimonios y aliados de la misión. El plan es propiciar juntos las circunstancias necesarias para que pase un momento estelar. Una banda sonora contagiosa y una serie de imágenes vivas abren una, aunque efímera, visión alternativa del mundo, donde detrás de las escenas hay siempre un destello esporádico.
Feldbach
Gracias a:
Markus Moser por su apoyo, las fiestas sorpresas inolvidables en sótano del Tabor
Anna Peckl, la sabia más joven y fiel que nos hizo aprender lecciones para la vida en las aulas del instituto
Angelina Matzer del Blue Turtle por los peinados y la entrega al proyecto. En ambos ha traspasado nuestras expectativas
A Kathrin Riegerbauer del Blue Turtle, quien nos recibía con una sonrisa cada vez.
Andreas Stern y Rainer Böhm de Schlichtbarock, por cedernos su jardín encantador
A la familia Hödl-Kaplan, por la bolera auténtica que fue el escenario de una escena exitante
Al equipo y los dueños del tradicional Café Pfister, donde no solamente pretendíamos descansar
A los obreros que nos consruyeron un espacio escénico dentro de un garaje público enorme
A los policias de turno que previnieron un posible caos de coches
A la familia Pfeiler que nos malacostumbraron con buenas comida, comodidad y cariño
A Jürgen Puntigam por la encantadora venta de entradas y por la lucha por los parkings en la plaza antes de comenzar las funciones
A Karl Pein, cuya oficina pudimos asediar mientras él no estaba
A Michael Mehsner y Andrea Meyer, por la invitación, el gran trabajo previo para las rutas, la organización general y la hospitalidad
A Michael también por ser nuestro chofer al incio de cada función
Al equipo de la AV-Medienstelle por cedernos su estudio de grabación una y otra vez
Harstad
Agradecimientos: a Solvi, por creer en el proyecto aunque lo viera en alemán y ayudarnos a cumplir el sueño de provocar un momento estelar en el Ártico; a Elise Hammari, por responder a cada una de nuestras peticiones con una sonrisa y ser un apoyo tan grande durante la producción del espectáculo; a la familia de Elise, por venir todos a ver Momentos estelares y hacernos una cena maravillosa durante nuestra visita técnica; a la hermana de Elise, por desvelarnos la existencia de esa playa remota en las islas Lofoten; a Nikolaj Gloppen, por toda la ayuda recibida durante nuestra estancia; a Hilde, porque sin ella no hubiéramos llegado «tan lejos»; a Solveig, por ser nuestra maravillosa wise del bunker con resaca o sin ella; a Amar, por ser un wise tan especial y emocionante y pescar un pez el día del ensayo (y por devolverlo al mar tan vivo como había salido, o más o menos); a Morten, por dar cinco vueltas en una rotonda sin saber por qué; a Morten Markussen, por los inicios, los primeros mapas de espacios y por su fortaleza; a Johanna y Lena, nuestras súper regidoras, por todo el trabajo impecable que realizaron durante todas las actuaciones y por buscar siempre la mejor solución a todo; a Thomas, por dejarnos pasear por los recovecos del Scandic Hotel; a las peluqueras Harek, la mejor peluquería de Harstad, por dejarnos invadir su espacio de laca y aplausos; a Diana, por cuidar de Eliot; y a los bomberos de Harstad, por estar tan atentos a posibles incendios.
Detmold
Agradecimientos a: Sabine Kuhfuss, por dejarse iluminar en Graz con Momentos estelares y visualizar múltiples posibilidades en Detmold; a Kyana Hanneke, por estar con nosotros del primer día al último y por resolver todos los imprevistos a altas horas de la noche; a Matthias Wilhelm, por su poema escrito en una hoja de papel y por ser nuestro wise entre cigarro y cigarro; a Ralf Kramer, por ser nuestro otro wise, por la ilusión y el cariño puesto en la escena; a Axel Plöger, por dejarnos entrar en su atelier y dar la última pincelada a la escena; a Calvin y Nico, porque sin ellos hubiera sido imposible (damos las gracias a las 6 coca-colas diarias de Nico); a Joe de Joe’s Gym, por dejarnos tomar un té en ese fabuloso ring rojo; a la tintorería Weisse Perle por dejarnos hacer una escena entre la calidez de sus ropajes en remojo; a todo el equipo técnico del festival por montar y llenar la piscina a la velocidad del rayo; a Diana y Beatrice por cuidar de los bebés eléctricos durante el tiempo de trabajo.
Graz
Gracias a:
Jörn Heypke, el camarero del pasado que tatarea Bob Dylan como ningún otro
Anna Peckl, la niña del parque, que nos sirvió zumo de sauco y sabiduría
Caroline Haberl, nuestra vestuarista, que nos cosó una capa roja de superhéroe
CUNTRA, “la puta del arte“, por dejarnos su espacio MachHalla en el que el público se puso las estrellas
rEvolution Fitness (Anna & Chris) por desencadenar todas nuestras fuerzas
VS Bertha von Suttner & NMS Albert Schweitzer por el campo de basket y el tobogán rojo
a TREE house por los bastidores del solo de Daniela y la cuerda de circo de Ana
al Parlamento de los niños de Graz, por la caravana multicolor
Dagmar, Georg & Toni por el acceso a la casa en Griesplatz
Tommi Mayerl por la gestión de espacios y el equipamiento técnico
La Strada por la coproducción
Mona Kospach por su linda voz
Jakob Rüdisser por las nuevas canciones
AV Medienstelle por dejarnos grabar en el estudio
Josef Hader por la llamada de Stefan Zweig desde el más allá
Vila-Real
Agradecimientos: a Anna Claramonte y Javi Marín, por ser nuestros wises, nuestro apoyo y por cada sonrisa dedicada cada uno de los días que compartimos; a Pablo Granada, porque junto a él descubrimos su gran potencial como regidor y sus dotes rockabillyescas; a Vanesa Muñoz, por conseguir lo imposible; a Xavi Castelló, por la slackline, el carro, la antena, las telas y por dejarse meter por un rato en la cueva eléctrica; a Nerea Coll, por sus maravillosas fotos y por la grandísima ayuda ofrecida en el montaje fotográfico; a Jesús, de la calle Rigoberta Menchú, por dejar las puertas de su terraza abiertas y al perro Milú; a Carmen, del balcón del anfiteatro, por el inestimable rato que nos dejó el balcón (una lástima que desapareciera de la faz de la tierra); a Pascual, el jefe de la escalera, por dejar la reja abierta para que Lilli pudiera salir de ahí con su bombo; a Manu, por llorar y todo lo demás; al Àrea de Guisona, por reírse cada vez que entrábamos a comer chuches; a la cafetería La Perla, por seguir queriéndonos y servirnos zumo de naranja natural (seguimos adorando vuestros cruasanes); al Emtac y a Sergio Heredia, porque ya es como nuestra segunda casa; a Ana Torán, por asistir como espectadora y abrazarnos al acabar el show; a toda la gente que trabaja en Los Lluïsos (todos y cada uno de ellos), porque no existe un lugar en el mundo donde sirvan tan bien y donde no pierdan la paciencia cuando pedimos queso pasteurizado; a Osoestudio Barcelona y Carlos Parra, porque siguen ahí; a Rubén, de la escuela Kung-Fu de Vila-real, por ese espacio tan brutal y por regalar a la obra el top 1 de nuestras CC (difícil de superar); a Yolanda, de Tot Descans, por decir que sí a la primera, por el humor y por el humo; a Sergi Estebanell, nuestro gran coach, amigo y amor, por traer la libreta siempre contigo (aunque acabes escribiendo en los manteles de los restaurantes); y a Pau Ayet, por ser un gran canalla, un gran entendedor del teatro de calle y por apoyarnos continuamente.
Tàrrega
Agradecimientos: a Javier Fernández, por ser un gran sabio, hacer un té maravilloso y por tu humor extraño que tanto extrañamos; a Jordi Solé, porque es precioso trabajar contigo y porque has conseguido ser un eléctrico en tiempo récord; a Sergi Estebanell, por abandonar tu libreta por un tiempo y vestirte de licra con tanto estilo punk; a Gerard (alias Gegajg), por ser el mejor regidor de espacios que ha habido, hay y habrá sobre la faz de la Tierra; a Montse Bosch, por ser nuestro Monsart, chófer en la rotonda y una 4×4 que no desistió a pesar de trabajar en el Kirikú hasta las tantas; a Guillem, por la profesionalidad, el cariño y la energía que desprendes; a Anna, nuestra regi, por controlarlo todo y hacernos sentir tan tranquilos y confiados; a Diana, nuestra regi, por estar a tope cada uno de los días; a Txell, por crear una Herstory tan simpática y tan loca y grabar sin que se notase que respiras (increíble); a Albert, nuestro regi, por hacernos fotos con tanto corazón y por estar ahí siempre que te necesitábamos; a Mari del balcón de la plaza Urgell, porque sin tu balcón, uno de los eléctricos “no hubiera estado a la altura”; a Montse de Terapies Naturals, su marido Oriol y sus preciosos hijos, porque dijisteis que sí antes de pedirlo; a Montse Balcells, por ayudarnos a hacer realidad nuestra locura de instalar una piscina en una casa y surfear con el público; a Montse de la calle Urgell, por dejarnos tu balcón para instalar nuestra máquina de nieve, ese gran momento clave del espectáculo; a James, por bajar el volumen de su rap y por dejar colgado el pijama de vaca sin entender ni siquiera para qué servía; a toda la gente de la residencia Sant Antoni Hospital de Tàrrega: Gemma (dijo el primer sí), Montse y Imma (nos apoyaron y nos ayudaron como unas eléctricas más), Josep (dijo el último sí) y Nico (agujereó la pared para colgar nuestra canasta sin dudar ni un segundo); a Joana, por emocionarnos con tan solo una mirada; a Julita, por sustituir a Joana en algunas ocasiones y hacerlo tan increíblemente bien; a Fafá Lo Siento, por vestirte en combinación con nuestros trajes, porque siempre nos haces reír y porque no pierdes una ocasión para mirarnos los peinados; a los «personajes» anónimos que nos dedicaron sonrisas (la señora mayor que se sentaba cada vez con el público a ver el concierto, el señor que nos regaló unos tomates del huerto, las trabajadoras de la residencia, y un largo etc.); y a todo el equipo de la Fira Tárrega, porque hemos vivido una experiencia impresionante, alucinante, apasionante y deslumbrante y porque se respira corazón en todo lo que hacéis.
Oberzeiring
Agradecimientos:
A Robert Reif por ser el hombre más sabio de Oberzeiring y el inalcanzado regidor de espacios. A Caroline Haberl por ser la mujer más sabia de Oberzeiring y por vestir tan bien a los Cuatro Eléctricos. A Jakob Rüdisser por haber creado una banda sonora brutal.A la señora Kogler por cada día abrirnos la iglesia y el museo de tabaco. A la señora Sturm por abrirnos hasta las puertas de su casa para una escena. Al Kurhotel por alojar a nuestro hombre sabio en una habitación. A la casa de refugiados en Münzgasse por la buena energía y vuestra cocina. A la policía de Oberzeiring por dejarnos acceder el balcón de vuestra casa rosa y al restaurante Grüner Specht por el terrado. Al Ajuntamiento por los permisos especiales y, sobre todo, a Peter Fasshuber y el equipo de theaterland steiermark por apoyar propuestas artística arriesgada en creación. A Nikola Milatovic por grabarnos, a Max Schade por las fotos y a nuestras familias y amigos que emprendieron el viaje hasta Oberzeiring para vivir la locura con nosotras/os. A Diana, Angie y Nessa por alojarnos en las residencias en Graz. A Josef Hader por dar voz a Stefan Zweig y a Stefan Zweig por Momentos estelares de la humanidad.
Poblenou
Agradecimientos: A Jordi i Cristian, del bar El Timbal por ya ni preguntarse qué locuras tenemos entre manos en su terraza y dejarnos colgar un teléfono de alturas. Al Centre Civic Can Felipa, por dejarnos entrar, salir, dejar material y dar vida a nuestro “escenario”. A Josep Cano por dejarnos entrar en su precioso estudio de creación y subirnos a su tejado para contar una historia de alturas.
A Giuliano, por ser un conductor temerario y caerse de la silla con una cara de poker inigualable. A Francisco Pardal, porque se lió con los globos pero su actuación con el ketchup es digna de ser comparada con las mejores escenas de Al Pacino. A Jordi Pérez, por ayudarnos a colgar nuestro foco y además hacerlo con un buen rollo encantador. A Santi Rovira, por estar aquí, allá, everywhere! A Mari Àngels, del Col.legi Asunción de Nuestra Señora, porque aunque finalmente no utilizamos su patio, nos acogieron con los brazos abiertos (¡les deseamos una buena conexión con el espacio!). A Osoestudio Barcelona, Onasound y Carlos Parra, por las grabaciones. De nuevo a Jakob Rüdisser, por esta banda sonora y edición de sonido que deja a los espectadores en shock y a Caroline Haberl, por su sonrisa y creatividad al idear y confeccionar los trajes estelares. Y como no a Matthias Ohner, por dar esa profunda, rotunda y austríaca voz castellana a Stefan Zweig.
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04 Apr 24
06 Jun 24Stellar Moments of Humanity
Teatre Auditori (GPS)
Llinars del Vallès, Catalonia