Jordí Solé
Jordi descubrió, por casualidad o por error, hace más de 25 años que el humor podía ser una herramienta de vida. Desde aquel primer encuentro casual en un curso de clown decidió cambiar el rumbo de su vida para investigar y profundizar en el arte de hacer reír. Para crecer en el oficio ha estudiado teatro, danza, mimo, Commedia dell’Arte y, naturalmente, payaso.
Pronto vio que no solo estudiando se aprendía, sino que tenía que hacer y probar. Por lo tanto, se implicó en varios proyectos artísticos como la compañía Carlo-Mô & Mr Di con quién creó varios espectáculos y fundó la escuela de clown Factoría Dimô, descubriendo el poder del teatro de calle con la compañía Kamchatka o con la compañía de nueva creación Street Fools.
La vida lo llevó a entender que el humor también puede ser una cosa muy seria y desde el 2016 empezó a trabajar con la entidad de payasos de hospital Pallapupas, de quien hoy en día es el director artístico. Aquí aparece un nuevo pilar fundamental en la visión artística de Jordi: la emoción y el porqué hacemos las cosas: hacer teatro para conmover, para generar una transformación de las emociones y de la experiencia vital. Crear humor para hacer un mundo mejor. Es cuando empieza a trabajar con la compañía Eléctrico 28 donde todo toma forma y puede incluir la emoción, el humor y la transformación en las creaciones y actuaciones de la compañía.